"CURSO RÁPIDO PARA NO DEJARSE ENGAÑAR POR LAS ENCUESTAS".
O lo que es lo mismo: "Como mentir con estadísticas".
Por: Omondra.
Toda propaganda es una mentira aún
y cuando diga la verdad -
George Orwell.
Como mentir con estadísticas es el título de un libro muy
popular escrito en los 50s que debería ser texto obligatorio en las escuelas
para evitar los engaños de tecnócratas quienes creen que con simples
manipulaciones pueden desviar a la opinión pública. Agregando a ello la
tendencia de la mayor parte de la gente a dejarse apantallar por la
contundencia de unas matemáticas que no comprenden, se tiene la fórmula de la
mentira perfecta.
Recientemente se han publicado encuestas, apoyadas en
vistosas gráficas, en donde quizá exista alguna intención no muy velada de
sembrar una cierta desesperanza al respecto de la elección del 2012. Parece
querer presentarse como un asunto cerrado, dada la magnitud de la ventaja de
uno de los contrincantes que puede apreciarse en las gráficas. Pero mirando un
poco hacia las notas de pie de página vemos que estas gráficas apenas
representan una parte de la historia. Por ello es que escribo este post para
ver the big picture.
El capítulo 5 del libro Como Mentir con Estadísticas nos
enseña como ajustando los parámetros de una gráfica es posible manipular la
percepción de quien la mire sin tener que falsear los datos. De igual modo, el
seleccionar la data que se muestra en una gráfica que representa
proporcionalidad es una forma genial en manipular la percepción del
lector. Así, una ventaja mínima por
parte de un candidato, puede representarse como una ventaja inalcanzable sin
tener que decir mentira alguna, dejando que sea el lector quien se engañe a sí
mismo.
Veamos, la gráfica que presenta Mitofsky se ve más o menos
así:
El mensaje
es claro: "All your base are belong to us... Resistance is futile. You will be
assimilated." Es decir, ya ni que hacer, una ventaja así no hay ni cómo
remontarla.
Pero viendo la letra chiquita, dice textualmente: No suma
100% debido a que no incluye al 22% que no declara preferencia.
¡Ajá! Veamos ahora la gráfica agregando este dato:
Al introducir a este cuarto actor, aquel que aun está
indeciso, vemos que la "incalcanzable" ventaja que se quiere
representar en la primera gráfica quizá no es tal. Basta encimar la barra
morada sobre la azul o la amarilla para imaginarse una carrera muy cerrada.
Pero vayamos más allá. Al final del documento de Mitofsky
hay una cifra que resulte quizá la más reveladora de todas: 51.7% de los
entrevistados rechazan la entrevista, son los "No sabe/No contestó".
Las razones pueden ser múltiples: "No sé, no me esté
molestando, tengo trabajo"; "No está mi mamá"; "Mejor no
contesto, no vayan a ser los Zetas". Es decir, en este universo de rechazo
a la entrevista hay votantes, gente real que por alguna razón u otra no
contesta la encuesta.
Asumimos pues que el 48.3% que conforman el universo de los
que responden son, por un lado los que claramente apoyan a un partido, su voto
duro, quienes tienen más incentivos para responder; y por el otro, algunos,
quizá pocos, ciudadanos aleatorios que cuando llegaron los encuestadores no
tenían nada mejor que hacer y viven en zonas donde el miedo no cabalga
prepotente.
Así que, veamos la gráfica completa, the big picture:
Oh-oh. Parece ser que visto así, el uso propagandístico de
esta gráfica es inútil. No dice en verdad mucho al respecto de por donde irá la
elección, sobre todo si llegado ese día la participación ciudadana es amplia y
vigorosa.
Dado el lamentable estado en el que se encuentra el país,
con índices de percepción de corrupción gubernamental aun peores de los que
hubo cuando la sociedad se volcó a "sacar al PRI de los Pinos", pero
con el enorme agravamiento de la violencia que vivimos hoy en día más un
estancamiento en todos los rubros que importan al ciudadano -desde crecimiento
económico hasta calidad de salud y educación- podríamos especular que quizá en
2012 la participación ciudadana también superará el 60%. Digamos que
"sacar al PAN de los Pinos" podría ser un aglomerador del voto en
2012. Esto llevaría a las urnas a muchas de las personas que no quisieron
contestar la encuesta.
Para finalizar, hagamos ahora un ejercicio
contrapropagandístico, sumemos las columnas negra y morada y pongámosle la
etiqueta "Decidirán en los próximos meses":
Aquí la ventaja del PRI se ve totalmente insignificante. No
está por demás recordar que justamente por estas fechas hace 12 años, la última
vez que el PRI tuvo un candidato con posibilidades de llegar a los Pinos, sus
perspectivas se veían aun mejores de las que hoy tratan de mostrar a favor de
Peña Nieto.
Así que, en conclusión, nadie debe cantar victoria y nadie
debe desanimarse, la moneda está en en el aire y las declaraciones de arrogante
humildad mirreyana no tienen lugar como tampoco lo tiene el tirarse al suelo y
pensar que todo está perdido para algún candidato.
Nadie sabe quien será presidente en 2012, la mayor parte de
la gente parece no saber por quien votará o prefiere no expresarlo ante otros.
El resultado dependerá de la capacidad de cada candidato para ganarse la
preferencia de los electores, más que de las maquinarias de los partidos. Tal
vez no sea coincidencia que los porcentajes que vemos en estas últimas dos
gráficas se asemejan a los porcentajes del voto duro de cada partido.
Por ahora va quedando claro que quien busca mentir con estas
verdades, truqueando, si no los datos si la forma de presentarlos, es quien
quizá tiene más miedo de salir perdedor. ¿Sabrá algo que los demás no sabemos?
Recordemos que en 2006 Madrazo obtuvo el 22% de los votos,
que son quizá el piso mínimo que puede tener un candidato del PRI. Pareciera
pues que hasta ahora los únicos realmente convencidos de votar por Peña son
exactamente los mismos.
Para el gigantesco gasto en imagen y promoción que hasta
ahora ha tenido Enrique Peña, ocupando las pantallas de televisión con mayor
frecuencia que los galanes de telenovela, quizá la encuesta de Mitofsky, vista
en la totalidad de sus resultados, debería ser algo preocupante para su
partido.
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EL CASO DE PARAMETRÍA.
EL CASO DE PARAMETRÍA.
La primera, la que muestra los porcentajes totales, se
presenta como "Preferencia bruta", sinónimo de burda, tosca, torpe,
etc. Es decir, se nos quiere decir que es indeseable, que mejor miremos a la
derecha, en donde está la gráfica de "Preferencia efectiva", sinónimo
de verdadera, real, existente, auténtica y eficaz.
Esto es solo un juego de palabras. De nuevo, la presunción
subyacente es que quien decide no contestar tiene exactamente las mismas
preferencias que quienes si contestan. Es decir, el hecho de que haya partes
interesadas desde hoy en la victoria de algún partido, el voto duro, y que por
otro lado haya gente con razones concretas para no contestar, como sería el
caso de empleados gubernamentales cuya preferencia es en sentido contrario del
gobierno para el que trabajan, es ignorado olímpicamente en esta presentación
de preferencias "efectivas".
Por otro lado, tanto Mitofsky como Parametría mencionan un
margen de error de +/- 3.1%, pero al ver que la diferencia de resultados, aun
en la supuesta "preferencia efectiva", supera por mucho este
porcentaje, queda entonces una duda enorme sobre quien de ambos se ha equivocado.
Como dice el refrán, un hombre con un reloj siempre sabe la hora; quien tiene
dos nunca está seguro.
Ahora, viendo de nuevo hacia el lado de las preferencias
"brutas", la diferencia es realmente ridícula. Mientras que para
Mitofsky los indecisos son 22%, para Parametría son apenas 1%. Una desviación
de 21%, nada más.
Pero para verdaderamente comenzar a arrojar jitomates y
huevos podridos desde las tribunas a los presentadores, hay que ver que
mientras para Parametría el 'No sabe/No contestó' fue del 20%, para Mitofsky es
del 51.7%. Una escandalosa diferencia de 10 veces el margen de error declarado
por ambos.
Quizá sea que Parametría obliga a los encuestados a
contestar a punta de pistola o que los encuestadores de Mitofsky van
disfrazados de PFPs y todo mundo echa a correr de ellos, pero esta divergencia
de dimensiones oceánicas resta total credibilidad a los resultados de alguna de
las encuestadoras, si no es que de ambas.
Finalmente, para concluir este ejercicio, apliquemos a los
resultados de Parametría, el mismo porcentaje de 'No sabe/No contestó' sumado
al de indecisos de Mitofsky y veamos que sale:
¡Ta-dá! Es exactamente la misma gráfica que arroja la
encuesta de Mitofsky y la conclusión es la misma, las encuestas al día de hoy
no reflejan más que el voto duro de los partidos, la sociedad sigue sin decidir
aun.
Segunda conclusión: Parametría miente abiertamente sobre los
porcentajes de indecisos y de quienes rechazan la encuesta. Algo debería hacer
el IFE al respecto.
BAJA EL LIBRO "CÓMO MENTIR CON ESTADÍSTICAS" AQUÍ.
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