Por: Pedro Echeverría V.
1. Al presidente Peña Nieto y al secretario de Gobernación
les agrada hablar de "mayorías" y "minorías". Dicen que
ellos gobiernan en nombre de la mayoría de la población y cualquier protesta
contra ellos como gobierno, la califican de "minoritaria". Indican
que los maestros en el país son un 1.300.000; que un millón están dando clases
en las aulas y que una "minoría" es la que protesta y ocupa el zócalo
de la ciudad de México por estar en desacuerdo con la "reforma
educativa". Eso es lo que se llama "democracia formal y
representativa"; sin embargo de la que nunca se habla -porque no conviene
a la clase dominante- es de la "democracia real y popular, de la que parte
del nivel de conciencia y participación de la población.
2. Cuando se ha reunido un millón de personas para protestar
contra el desafuero de López Obrador, cuando le dieron la bienvenida a los
zapatistas en el zócalo o en las grandes manifestaciones del 1 de mayo, el
gobierno siempre habla de minorías porque los habitantes del país son 115
millones; pero el gobierno del PRI y su aliado el PAN no podrán reunir ni un
cuarto de millón aunque repartan dinero a raudales y destapen por un mes a los
medios de información. Hubo un tiempo -en los sesenta- que el PRI convocaba con
cierto "antimperialismo" y la gente lo apoyaba; pero hoy sabiendo lo
que es el PRI y el PAN dudo, como tú, que alguien se deje engañar.
Ahora los partidos no son creíbles y buscan que disfrazarse.
3. En México -pienso que en todo el mundo- ha habido siempre
una gran masa de la población que parece importarle un carajo la política (ya
muy corrupta y desprestigiada), pero no el futbol, su iglesia, los actores y
los festejos; por ese motivo los medios de información (TV, radio, cine,
revistas de amor, prensa) no dejan de machacar en ello para hacerlos más
ignorantes en lo que sucede en su país y en el mundo y que no aprendan a
defender sus derechos. En México le llaman "la mayoría silenciosa"
porque nunca opina, menos se manifiesta, pero sí con intensa propaganda y mucho
dinero la obligan a votar por quien más regalos, mercancías o dinero reparte. A
eso le llaman mayoría y tras sus muy manipulados votos se resguarda el
gobierno.
4. Los maestros de la Coordinadora (CNTE) que llevan desde
el 15 de mayo ocupando el zócalo de la ciudad de México y manifestándose a
diario por las calles, son una "minoría" pero de 300.000 profesores
que se turnan en número de 60.000 para hacer guardias en el zócalo; otros miles
se están movilizando en sus estados como Oaxaca, Michoacán, DF, Guerrero,
Chiapas, Tlaxcala, Zacatecas, Morelos y otros entidades. Igual son
"minorías" de electricistas, estudiantes, telefonistas, mineros, del
IMSS, campesinos, indígenas, que por decenas de miles se manifiestan en las
calles de la ciudad de México. Son "minorías de 100.000 trabajadores que
cada 1 de mayo se manifiestan, pero que de manera permanente se agrupan para
protestar.
5. Los que realmente son una real e ínfima minoría del país
son los que conforman la clase dominante. Un puñado de 50 grandes empresarios y
de 50 grandes políticos subordinados a la política yanqui -poniendo a su
servicio a los medios de información, a los policías, al ejército y la marina-
determinan sin consultar las políticas. A nadie representan más que a ellos
mismos y sus intereses privados. Pero teniendo a su mando a los militares, a la
TV y radio, controlan la vida política, económica e ideológica del país. Ellos
sí conforman a una real minoría de ricos frente a un 80 por ciento de la
población que es pobre, miserable y desempleada. Así que Peña -al hablar en su primer informe
de gobierno- al referirse a los maestros como minoría, parece haberle sangrado
la lengua.
6. Las masas, las grandes mayorías de la población, siempre
han sido el objetivo de la iglesia, de los medios de información, incluso de la
escuela. En todos los sistemas antiguos y modernos siempre fue el objetivo de
las clases dominantes tenerlos controlados ideológicamente. Dado que siempre
son gigantescas mayorías que rebeladas y conscientes pueden aplastar en un
minuto a sus explotadores y opresores, se busca tenerlos controlados,
confundidos, enloquecidos, enajenados con ideas individualistas, egoístas, de
sumisión, de promesas y castigo. Cargar ese pesado fardo del que es muy difícil
liberarse ha sido la obligación de nuestro pueblo impuesto por el poder. El día
que esta "minoría" activa logre rebelar a la real mayoría, gobierno y
empresarios dejarán de ser idiotas.
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