lunes, 16 de diciembre de 2013

LA RESPUESTA YA NO ESTÁ EN EL VIENTO.

Por: Netzahualcóyotl Zaragoza Jimémez. 


Pasar de "Sorpendido" a "Indignado", de "Indignado" a "Desobediente", y de "Desobediente" a "Insurgente Pacífico" no es fácil cuando este camino se recorre en escasas 4 semanas. Es un "fast track" de aleccionamiento ideológico aplicado por la realidad a quienes aspiramos a transformarla, proceso que bien nos puede dejar extenuados, como de hecho nos ha dejado, pero no disminuidos. 

Hace un mes Andrés Manuel tenía el corazón tan robusto como la esperanza que tan laboriosamente había él venido construyendo junto con nosotros. Ahora, su músculo cardiaco debe reposar en un "impasse" obligado, del cual resurgirá sin duda más fuerte, pero en tanto se termina de recuperar, el susto y la consternación se ensaña con nosotros. 

Hace un mes, la Patria contaba entre sus activos con los últimos impulsos y orientaciones de proyecto de "país en desarrollo" emanados de la Revolución Mexicana; ahora la realidad nos indica que no se sabe a dónde se va ni cómo se transita a ese lugar, ya que México ha dejado se ser un "país" para ser un vulgar "terriotiro de saqueo". Es decir: el único desarollo posible es el atraco en curso... el desarrollo de un monumental atraco. Y los que atracan saben a dónde van (o por lo menos a dónde van sus cuentas bancarias: hacia Islas Caimán, Luxemburgo o la tradicional Suiza), pero todos los demás no sabemos a dónde nos dirigimos como país. El último ladrillo revolucionario, y de hehco el más importante, PEMEX, ha sido desmontado de un otrora edificio llamado México.

Hace un mes todavía existía un Pacto Social entre nosotros, los ciudadanos, y el Estado. Un Pacto que aunque abollado y disminuído, funcionaba por lo menos a escala básica. Pero ahora, el Pacto lo ha roto una de las partes (el Estado), quien nos desecha de un plumazo como participantes y nos deja absolutamente a nuestra suerte. Ni la vida , ni las pertenencias individuales, ni la salud, la educación, etc., estan ahora bajo comando del Estado: arrénglesenlas como puedan. El único y delgado hilo que ellos conservan es la relación impositiva; para todo lo demás el Estado se retira de la mesa. México no es más una nación, es un espacio sin sentido ni proyecto donde hay causantes y consumidores, no ciudadanos. 

De un mes para acá muchas cosas han cambiado. Cosas fuertes, trabajosas, preocupantes. Se han terminado de caer las caretas de los perversos, si es que alguna vez hubo algunas. Y todo está en verdad complicado.

¿Esto significa que nos deprimimos?  ¿Que tiramos la toalla?  ¿Que nos hacemos a un lado? En absoluto, la energía de todos nosotros -de miles, millones de mexicanos que construímos un nuevo país- queda intacta. Escalamos de la Resistencia Civil a la Deobedicencia Civil, y de ésta a la Insurgencia Pacífica. A pulmón abierto proclamamos: la respuesta ya no está en el viento, está en nosotros.      





   



   

     





     

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