Por: Netzahualcóyotl Zaragoza Jiménez.
El 18 de
Marzo pasado fue una fecha sumamente importante para el país. Lo que en su
momento fue pináculo de las conquistas populares emanadas de una Revolución,
coronadas con la nacionalización del petróleo y de las compañías extranjeras
que lo extraían y comerciaban con él, la fecha del 18 de Marzo, de este año en
adelante, se referirá a lo más bajo: a la última etapa del proceso de saqueo de
las riquezas del país producto de la aplicación de una política neoliberal que
atiende a los intereses de los dueños criollos del país, y a los intereses de
gran capital extranjero, en contra de los intereses populares.
En todo el
país este 18 de Marzo se llevaron a cabo marchas en protesta de la Reforma
Energética (la “madre” de todas las reformas), y Guadalajara no fue la
excepción con una marcha en repudio a la traición que se le ha impuesto al
noble y sacrificado pueblo mexicano. En este camino –simbólico y literal- de la
marcha de protesta energética, fue posible observar aciertos y desaciertos para
Morena en su proceso de constitución efectiva de Partido popular de izquierda.
Como
aciertos podemos apuntar los siguientes:
- Convocó a
un millar de ciudadanos y simpatizantes en la marcha realizada de La normal a
la Plaza de Armas, utilizando sus propios medios y su propia fuerza de
convocatoria.
- Con la
lamentable ausencia de los partidos de izquierda tradicionales, el PT, el PRD y
Movimiento Ciudadano, Morena le dio rostro y cuerpo a la izquierda de Jalisco
en tan significativa fecha.
- El mitin
culminante de la marcha fue muy bien llevado, con oradores capaces y conocedores
del tema, en donde el tono no fue de mercadeo político obtuso de simpatías,
sino de conciencia política e histórica del gravísimo momento para la República
Mexicana.
- A disgusto
de algunos morenistas dogmáticos, fue posible marchar junto con otras
organizaciones como CEMUP, dándole a la marcha su carácter de plural y de
genuina expresión de repudio de la citada Reforma Energética, ya que el agravio
se le impone a todo un pueblo (el despojo de sus recursos energéticos) y es
todo ese pueblo –al margen de banderas y posturas políticas- el que se debe
defender.
- En
síntesis, Morena actuó digna y eficientemente como un partido de izquierda.
Entre los
desaciertos podemos apuntar los siguientes:
- No fue
posible coordinarse con los compañeros del Congreso Popular y del Frente en
Defensa del Petróleo, organizaciones que marcharon saliendo del Parque de la
Revolución, hacia la Plaza de la Liberación haciendo escala en la Embajada
Norteamericana.
- Con esta
falta de unificación de la izquierda en una sola fuerza, se hizo patente que
seguimos privilegiando los matices y posturas diferentes que nos separan, sin
agrandar y enriquecer los que nos une:
el absoluto repudio del Neoliberalismo, con su desmantelamiento social de todo lo que no sea "negocio", y el rechazo de la completa ausencia de rectoría del
Estado frente a un mercado voraz y tirano.
- Morena no expresó claramente en la marcha el motivo de la misma, ya que careció de mantas o volantes refiriéndose a la Reforma Energética y a lo que ésta significa en la vida y seguridad del país, aunque en el mitin subsiguiente se abundó en el tema.
- Existió tensión
innecesaria entre algunos compañeros de MORENA al tener que marchar junto con
la organización CEMUP, cuidándose en exceso de no “mezclarse” con quienes ellos
no aprueban. Independientemente de si tienen o no razón en su desaprobación, la
causa común (el despojo del país) debió de ser tan fuerte como para eliminar, o
por lo menos matizar en los momentos de la marcha, tal alejamiento.
- En
síntesis: Morena no fue capaz de homologar a la Izquierda.
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