Por: Netzahualcóyotl Zaragoza Jiménez.
Ricardo: - Solo desde el PRD se puede
avanzar, Jesús. Ya te lo he dicho muy claro y muchas veces. No sé por qué te
empeñas en militar en Morena, un partido que no lo es todavía, que le hace el
juego al gobierno con plantones pasivos, que sólo distrae y confunde y que
escasamente logra algo concreto.
Jesús: - ¿Y qué me dices, Ricardo, sobre
el “Pacto por México” que avaló tu partido, el PRD? Gastas mucha energía en estar deslindándote de
los “Chuchos”, en desenmascarar a esos bandidos. Es agotador tratar de “salvar”
un partido que ya dio de sí, que está desprestigiado, que en vez de ayudar a la
lucha la socava haciendo las veces de una Quinta Columna.
Ricardo: - ¿Y los compañeros perredistas
de toda la vida, los dejamos así nada más?
En su momento la estructura territorial va a servir, va a ser sumamente
valiosa. Porfirio tiene tropas en todos lados, y nosotros debemos tener también
forma de responderle en todos lados.
Jesús: - Misma estructura que ha estado
edificando Morena, solo que sobre bases nuevas, sanas. Derrocar a Díaz será
posible solo con nuevas estructuras, nuevos comités, nuevas ideas donde lo
viejo haya sido desechado.
(Interviene Enrique, el tercer hermano,
el más joven de los tres y quien no ha querido adherirse a ningún partido
político en la lucha por transformar al país).
- Enrique: - No, hermanos. Los dos se
equivocan. Ni PRD, ni Morena, ni ningún partido político de izquierda es útil
en estos momentos. La gente ya no cree en nada de eso. La lucha debe de realizarse
como ciudadano común y corriente, ¿no se dan cuenta? Todo debe ser derribado, y
todo de nuevo edificado. Y con “todo” me refiero también, y principalmente, a
los partidos políticos…
Noche a noche, los tres hermanos
discuten. Noche a noche, exhiben sus diferencias y no se ponen de acuerdo.
Noche a noche se van a dormir, ya tarde, exhaustos de gastar palabras y
sentimientos.
En la familia Flores Magón, de Oaxaca,
la paz se ha perdido. Y mientras ellos discuten, afuera la Patria se derrumba.
Si lo que se ha esbozado en esta pequeña
ficción histórica hubiera sucedido de esa manera, la Revolución Mexicana no
hubiera tenido lugar, no hubiera sido precognizada ni imaginada como lo fue por
esta valiosa familia, con su saludable contenido social y su alta cuota de
reivindicación popular.
Pero afortunadamente los Flores Magón no
fueron obtusos ni egoístas. Tuvieron discrepancias, pero su generosidad y
visión les permitieron darse cuenta que desde cualquier trinchera se podía
combatir la dictadura de Porfirio Díaz.
La principal tarea de la derecha es la
de separar a las fuerzas de la izquierda, dividirla, empantanarla desde afuera
y desde adentro, como es el caso de los Chuchos en el PRD. Y en esta tarea se
han mostrado sumamente eficaces, ya que en gran medida les hemos facilitado
nosotros la tarea siendo precisamente lo que no fueron Ricardo, Jesús y Enrique
Flores Magón: obtusos y egoístas.
Se es obtuso cuando solo vemos el
escenario electoral, cuando solo consideramos el mercado de votos, cuando solo valoramos
el puesto, el cargo o el reflector. Cuando la pertenencia a un partido o un
grupo lo es todo, como religión laica.
Se es egoísta cuando desechamos la
solidaridad y fincamos el logro político a costa del fracaso de otras opciones
progresistas. Cuando destacamos lo que nos separa y minimizamos lo que nos une.
Cuando nos negamos a reconocer el logro de los otros, y nos alegramos de las
dificultades y desaciertos de nuestros “contrincantes” políticos, también de
izquierda.
PRD, Morena, PT, Congreso Popular, OPT,
EZLN, SME y muchas otras organizaciones más, son otras tantas trincheras
válidas si se trabaja conscientemente a favor del cambio estructural de México,
si se contribuye a desalojar de las instituciones y espacios de gobierno a la “cleptocracia”
que las ha asaltado y se ha adueñado de ellas.
Hay que tener presente siempre que la
diferencia no es el enemigo, sino la intolerancia y la homogeneización barata.
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LOS FLORES MAGÓN.
Los hermanos Jesús (1871 – 1930),
Ricardo (1874 – 1922) y Enrique (1877 – 1954) nacieron en la ciudad de Oaxaca y
fueron políticos y periodistas opositores a la Dictadura de Porfirio Díaz,
constituyéndose como precursores de la Revolución Mexicana.
En su juventud los Flores Magón
participaron en revueltas estudiantiles en la Ciudad de México (1892) contra la
reelección de Porfirio Díaz en la presidencia de México. En esa época Jesús
estudiaba en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, y Ricardo en la Escuela
Nacional Preparatoria.
En 1893 los tres colaboraron en la
edición del periódico El Demócrata, Jesús como redactor, Ricardo como corrector
de pruebas y Enrique como ayudante de imprenta y redacción. Jesús y otros
colaboradores fueron aprehendidos por sus actividades contra Porfirio Díaz; Ricardo
logró escapar disfrazado de impresor, y Enrique,
con solo 16 años, no fue arrestado por ser menor de edad.
A partir del 1900 los Flores Magón aumentaron
su actividad política y periodística fundando el periódico Regeneración, y en
1902 Ricardo y Enrique comenzaron a editar “El hijo de El Ahuizote”, ambos
periódicos fueron suprimidos por el régimen dictatorial de Díaz, y los hermanos
fueron expatriados a EEUU en 1904, luego de haber sido encarcelados varias
veces.
Las actividades políticas de los Flores
Magón entre 1900 y 1910 son consideradas precursoras de la Revolución mexicana
promovida por el movimiento anti-reeleccionista de Francisco I. Madero. Cabe
señalar que aunque Jesús simpatizaba con Madero e incluso llegó a colaborar con
él en su gobierno provisional, Ricardo y Enrique no compartían el proyecto
Maderista por considerarlo limitado.
En el exilio desde 1904, Ricardo y
Enrique impulsaron la creación del Partido Liberal Mexicano (PLM) que publicó
su Programa en 1906 en Saint Louis, Missouri, y desde esa época comenzaron a
organizar una revolución social mediante insurrecciones y huelgas para derrocar
el gobierno de Porfirio Díaz.
A través del PLM influyeron y
promovieron la Huelga de Cananea y de Río Blanco, la Rebelión de Acayucan y varias
insurrecciones en pequeños poblados del norte del país, como parte de un plan
para extender la revolución a todo el país. Tanto el gobierno de Díaz como el
de Roosevelt, en los Estados Unidos, persiguieron y reprimieron implacablemente
el movimiento insurreccional del Partido Liberal.
Mientras algunos revolucionarios
buscaban sólo reformas políticas, los Flores Magón buscaban reformas económicas
y sociales que desembocaran en la abolición del Estado y la Propiedad privada
de los medios sociales de producción, como parte de una revolución social,
política y económica de carácter libertario.
Su pensamiento es el resultado de una
amalgama entre la concepción comunitaria de la vida en los pueblos indígenas
mexicanos, la tradición liberal mexicana del siglo XIX y el pensamiento de filósofos
anarquistas como Kropotkin, Tolstoi, Fourier, Owen, Blanc y Bakunin, así como
de Marx, Engels, y también del mexicano Francisco Severo Maldonado, quien editó
en Guadalajara el periódico insurgente “El Despertador Americano” en 1810.
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