TODAS LAS TRINCHERAS DEBEN SER LA NUESTRA.

TODAS LAS TRINCHERAS DEBEN SER LA NUESTRA.

-UNA REFELXIÓN-

Por: Netzahualcóyotl Zaragoza Jiménez.

Acabo de regresar de la marcha contra la Reforma Energética y Hacendaria convocada por AMLO este domingo 22 de Septiembre al Ángel de la Independencia en México DF, tan solo 15 días después de habernos igualmente convocado, el pasado 8 de Septiembre. Llevaba yo una cierta inquietud por el número de asistentes a la convocatoria, debido a la proximidad de las fechas y a que, como todos nosotros sabemos –mas no así nuestros detractores-, viajamos con nuestros propios recursos, lo cual limita estar yendo a cada rato a la capital del país. Pero esta inquietud se desvaneció nada más llegar al D.F. y ver los numerosos camiones que ya estaban estacionados en las proximidades del lugar de la marcha. “Va a ser una gran manifestación, más grande aún que la de hace 15 días” –pensé-.    

Localizamos el segmento que le tocó a Jalisco en la Marcha, el cual fue designado por estricto orden alfabético, y mis compañeros de Morena “NUEVA PATRIA” y yo nos incorporamos a ese contingente. Comenzamos a marchar a las 11:00 de la mañana, y al echar una ojeada a los marchistas integrantes de mi Estado, me di cuenta de que había una extraordinaria diversidad de procedencias de compañeros. Había no solo integrantes de Morena de los diversos municipios de Guadalajara o el interior del Estado, con sus mantas que así lo hacían saber, sino también integrantes de otros partidos de izquierda como el PRD y el PT, así como también miembros de cooperativas independientes, ciudadanos sin filiación partidista, maestros de la CNTE de Jalisco, ex-guerrilleros de los movimientos armados de los años ’70, y muchos otros más.

Íbamos marchando por la Av. Paseo de la Reforma, en dirección al “Caballito”, ocupando un carril completo, y debido a lo numeroso de los asistentes de pronto la marcha se hizo doble:  en el otro carril de la espaciosa avenida comenzó a pasar, por su cuenta, un largo contingente de compañeros del PT de toda la República, con sus banderas rojas, y, en seguida de ellos, los maestros de la CNTE de Oaxaca Sección 22 expulsados de Zócalo, dos de cuyos líderes acompañaron en el templete a Andrés Manuel, y un poco más atrás venía un contingente numeroso de estudiantes y altermundistas:  rockeros, darketos, eskatos y góticos que gritaban consignas en defensa del petróleo.

Ver esta gran diversidad de procedencias me llenó de confianza en la dirección que ha tomado nuestra lucha, ya que un movimiento incluyente es un movimiento efectivamente popular, y el movimiento MORENA es por tal razón fuerte y saludable, ya que es incluyente y popular.

Al margen de disputas clientelares de votos y espacios de representación, NORENA como Partido está apenas en su fase de construcción y no tiene, por ahora, que lidiar con la “competencia” electoral contra otros institutos políticos. El camino a la obtención de tal registro es un camino sinuoso y plagado de peligros, por lo que TODOS debemos apoyar y trabajar para que logre su reconocimiento, y llegado el momento, cuando sea ya formalmente un partido, decidir en dónde se es más valioso para MORENA: en la militancia directa, en la alianza estratégica –si el compañero está en otro partido de izquierda-, o en el apoyo a la promoción y defensa del voto -si el compañero está en algún sindicato o cualquier otra organización que limite su participación formal-.

Pero mientras llega ese momento, pienso que debemos continuar de la forma en la que nos hemos venido desempeñando: abriendo y no cerrando el abanico plural de luchadores.