lunes, 10 de febrero de 2014

Una nueva constitución.


Por: Netzahualcóyotl Zaragoza Jiménez

Desde que el 5 de Febrero de 1917, producto de la Revolución Mexicana, el poder legislativo de ese año, que por fortuna incluía a connotados pensadores, filósofos y políticos de la época, redactó la Constitución Política de México, sucesivamente ha sido dicho documento rectificado, trastocado, y traicionado como norma central del país.

Promulgada en la ciudad de Querétaro la nueva Constitución tomó como base la constitución de 1857, pero añadiendo las principales demandas que dieron origen a la revolución mexicana, como el problema de la posesión de la tierra (art. 27), la problemática obrera (art. 123); la educación obligatoria, gratuita y laica (art. 3º) y el dominio de la nación sobre sus riquezas, como lo son el suelo, el subsuelo, los mares y el espacio aéreo.

Por su amplio contenido social, en su momento la Constitución Mexicana de 1917 fue considerada como una de las constituciones más avanzadas del mundo. Ese mismo año, en la lejana Rusia, se iniciaba la otra gran revolución de principios de siglo, con similares afanes de justicia social, esta vez para los campesinos rusos que, a esa fecha, se encontraban prácticamente en condiciones medievales.   

Diecisiete años después, en 1934, el motor social que dio origen a nuestra constitución vio sus mayores y más certeros logros revolucionarios en el período presidencial de Lázaro Cárdenas. Con el lema antitético a la Doctrina Monroe: “México para los mexicanos” VS “América para los (Norte) Americanos”, Cárdenas repartió tierras a los campesinos bajo un modelo que después, en 1960, sirvió de base a Fidel Castro para su reparto agrario en la isla (Castro y Cárdenas fueron amigos y había un lazo de admiración mutua entre el ya ex-presidente mexicano y el líder cubano).

Sin embargo, en forma tímida primero, y con franco descaro después, todos los regímenes priístas-panistas que han gobernado el país desde Cárdenas, han desmontado paciente y sistemáticamente este núcleo social de la Constitución. Le han sido practicadas 400 reformas a su texto, las últimas de las cuales han sido las groseras enmendaduras de Peña Nieto en materia energética, política y laboral.

Ningún texto fundacional soporta 400 intromisiones en su cuerpo, sobre todo cuando estas enmendaduras atacan centralmente el espíritu de las ideas y conceptos que le dieron origen. Ahora la tierra ya no es de quien la trabaja; la educación no es libre, ni gratuita ni laica; los obreros son mera fuerza bruta de trabajo sustituible y despreciable; y, para colmo, el país ya no es dueño y señor de sus riquezas, ni en el suelo y sub-suelo (minería y petróleo), ni de sus fronteras (éstas atienden a objetivos de seguridad norteamericana y no mexicana); ni de sus mares, ni de nada. En pocas palabras, en forma reversible y trágica para la formulación de Cárdenas del Río, México ya no es para los mexicanos.

Ante este panorama resulta evidente que es necesario, urgente diría yo, dejar en paz a la pobre Constitución de 1917 y su texto mancillado 400 veces desembocando en un cuerpo irreconocible y deforme, para dar paso a una nueva Constitución. Así lo han entendido propuestas saludables como la recientemente lanzada por el Congreso Popular que se llevó a cabo en la ciudad de México a solicitud de artistas, escritores, intelectuales y luchadores sociales. O también como la expuesta por la corriente IDN del PRD, que el sábado pasado realizó un mítin en la ciudad de Querétaro (símbolo constitucionalista), y en el cual, con todas sus letras, se lanzó la urgente necesidad de redactar y construir una nueva Constitución.

En seguida de estas líneas, les pongo la reseña de dicho evento al que tuve la suerte de asistir, y que muestra esta urgente necesidad de darle forma al país como proyecto social y no como un mero espacio de saqueo de neoliberales sin patria.

Netzahualcóyotl Zaragoza Jiménez      
      
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IDN PRESENTA PROCLAMA PARA NUEVA CONSTITUCIÓN; RENE BEJARANO CALIFICA DE TRAIDORES Y VENDE PATRIAS AL PRI, PAN Y EPN.

BOLETÍN DE PRENSA.  Lunes 8 de Febrero de 2014.  

- El dirigente nacional de Izquierda Democrática Nacional los señala de traidores disfrazados de modernistas que sólo van tras el negocio.
- Llamó a reivindicar el sentido original del PRD para sustituir al viejo régimen de partido de Estado; no para firmar pactos traidores en contra de los mexicanos.
- Apoyan Porfirio Muñoz Ledo, Diego Valadés y Jaime Cárdenas iniciativa de IDN de construir una nueva Constitución.

Con un llamado a revertir las reformas constitucionales aprobadas por el PRI, PAN y el gobierno de Enrique Peña Nieto, quienes conspiran contra los intereses de los mexicanos y al advertir que la Carta Magna ha da, se celebró aquí la Convención por un Nuevo Constituyente convocada por Izquierda Democrática Nacional (IDN) del PRD, en la cual se aprobó la proclama para impulsar una nueva Constitución Política.

En el texto del documento se destaca la necesidad de diseñar una Constitución que “no sea reformada a complacencia de intereses particulares o cupulares y retome la identidad y espíritu nacionalista que permita vivir a las y los mexicanos en condiciones dignadas, con amplias libertades e igualdad de oportunidades”.

Desde esta ciudad donde se firmó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, el dirigente de IDN, René Bejarano Martínez, convocó a dirigentes de partidos, de movimientos sociales, sindicales y a la población en general a construir la Cuarta República democrática, soberana y justa y a sumar esfuerzos para detener la entrega del patrimonio nacional que en los últimos 30 años han hecho los gobiernos del PRI y PAN.

Afirmó que esos partidos han realizado reformas conservadoras y regresivas que han consolidado el poder económico y político de una nueva oligarquía, como en la era del porfiriato. “Esa es la nueva cara de la versión autoritaria de los grandes consorcios nacionales y extranjeros.

Los gobiernos priistas, panistas  y Enrique Peña Nieto han enajenado la soberanía económica y política de la Nación disfrazados de promotores del progreso, pero sólo son mercaderes sin escrúpulos, “vende patrias igualitos a Santa Ana, a los conservadores y a los científicos porfiristas”, acusó.

Ante más de 5 mil militantes de IDN de todo el país, Bejarano Martínez estableció que “Sí hay de otra”, que otro México es posible, que no tenemos por qué resignarnos a la política neoliberal priista y panista. Sí hay de otra, este país merece una alternativa democrática distinta”, enfatizó.

Acusó a Peña Nieto de abrir el paso a las grandes trasnacionales de la energía, “que hoy se frotan las manos para regresar al país y adueñarse de las riquezas nacionales que en 1938 el presidente Cárdenas les quitó”.

Bejarano Martínez exhortó a los militantes y simpatizantes de IDN a trabajar para extender la presencia de esta expresión política en todo el país para que el próximo 5 de mayo celebremos un año más de la victoria sobre el ejército francés y en los 25 años del PRD “reivindiquemos el sentido original del proyecto del PRD, porque el partido nació para sustituir al viejo régimen de partido de Estado y no para firmar pactos traidores en contra de los mexicanos”.

Reunidos en el auditorio “José María Arteaga”, militantes y dirigentes de todo el país de IDN aprobaron la proclama leída por la senadora Dolores Padierna Luna, en la que se asienta que sí es posible transformar a México y salvarlo de la miseria en la cual está sumergido. “La crisis económica se profundiza y nos ancla más en el subdesarrollo. Las instituciones políticas no responden a los intereses nacionales y la descomposición social se acentúa debido a la corrupción, la impunidad, la inseguridad y la violencia que ya son cotidianas”, advierte.

En su oportunidad, el ex presidente del PRD, Porfirio Muñoz Ledo señaló que debe terminar la era de los “parches” a la Carta Magna y expresó que a tres años de cumplirse el Centenario de la Constitución es un buen momento para el debate en aras de tener un nuevo texto constitucional.

Al señalar que avanza en el Senado de la República la Reforma Política del Distrito Federal, dijo que esto debe ser un acicate para que “tengamos una nueva Constitución federal”.

En el acto, el constitucionalista y ex procurador general de la República, Diego Valadés, estableció que México necesita una nueva reconfiguración constitucional para tener instrumentos de equidad social y construir una cultura de libertades y democracia. La Constitución debe ser breve y legible para que pueda ser leída por todos los mexicanos, dijo.

El ex diputado y ex consejero del IFE, Jaime Cárdenas Gracia, llamó a la izquierda a trabajar por la unidad y a lucha por la Presidencia de la República, pero también los gobiernos  estatales porque sólo así se podrá impulsar una nueva Constitución social, nacional y democrática.

“La Constitución mexicana ha sido pervertida, principalmente en los últimos 30 años, por el sistema neoliberalista y las 574 reformas a la Constitución van en  sentido contrario al espíritu social y nacional del país”, enfatizó.

Al acto asistieron, entre otros, el secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho; la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, la diputada federal Aleida Alavez Ruiz; el secretario del PRD capitalino, Enrique Vargas Anaya, diputados locales, federales, jefes delegacionales y dirigentes de la IDN en todo el país.

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